“¡Ya estoy
aquí!” “Queridos niños, queridas niñas, y público en general” “dudas, preguntas,
inquietudes, videos de youtube que me hayáis
dedicado”
Estas son
frases que conocerás si has dado clase con Enrique Mesa; profesor de filosofía
y de psicología además de muchas otras cosas.
Siempre como
un pincel, con su traje que no se lo quita por mucho calor que haga. Profesor
que conocí el año pasado y que supuso un cambio drástico en mi modo de ver las
cosas. Uno de los mejores que he tenido, ya que con su humor hace que estés
deseando que lleguen esas clases, y que después de ellas te hayas enterado de
todo lo que ha explicado.
Son clases
poco comunes, en las que predominan las risas. Y con la que te acabas dando
cuenta de que un temario que te pueda parecer difícil, se asimila de mejor
manera y puede resultar hasta fácil.
También es un
profesor muy respetado. Ya que aunque parece muy amigable y con el que se pueda
hacer bromas, cuando pasa algo que no le gusta se pone serio y sabe muy bien lo
que decir. “Yo no soy majo, ni simpático, yo solo sonrío porque me pagan, así que
no os confundáis”. Él está serio o simpático cuando tiene que estarlo y es así
como debe ser.
Aunque he
experimentado un cambio brusco entre este año y el anterior, acostumbrada a
hacer los exámenes con apuntes y solo leérmelos una vez. Al hacer eso en la primera evaluación (solo
leérmelos) y ver que el resultado es solo un cinco, te das cuenta que no es simplemente
mirarte los apuntes y debes estudiarlo. Me gustan sus tipos de exámenes. El
único que me chirria es el del libro, ya que aunque te deje apuntes él
perfectamente sabe que no te servirán de nada, creo que esos exámenes son
bastantes difíciles ya que son preguntas bastante rebuscadas, y lo que
entiendas del libro, seguramente sea lo contrario de lo que quiera decir
realmente.
Pero la
verdad, es una asignatura que no te importa estudiar, ya que no te cuesta tanto
porque son cosas que él ha explicado con sus esquemas, sus anécdotas o sus
fascinantes dibujos y más bien es de razonar en vez de aprendértelo todo y
soltarlo en el examen como un papagayo. Porque te das cuenta de que eso luego
no sirve de nada, ya que finalmente se te acabara olvidando. Pero hay anécdotas
de todo tipo que cuenta este profesor de las que te acuerdas y luego vas a tu
familia o amigaos muy orgullosa de lo que has aprendido.
En conclusión.
Mi profesor, mi héroe.
Espero
tenerlo el año que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario